domingo, 23 de octubre de 2016

Cicatriz, eternas cicatrices



Cicatriz, eternas cicatrices. Juan Carlos Azkoitia. Auto-editado (2016). 454 págs. 17 €

Eternas cicatrices es el libro con las memorias de los Cicatriz contadas a través del testimonio directo del que fue su carismático cantante: Nacho Etxebarrieta. Sus memorias vienen en la primera sección de la obra, mientras que después viene una parte donde se recogen diferentes entrevistas y noticias aparecidas en la prensa sobre los Zika y sus componentes. El libro continúa con más testimonios, pero esta vez de gente que tuvo algo que ver con la banda (otros músicos, gente de sellos, periodistas, familiares, etc). Eternas cicatrices finaliza con el repaso de la discografía, las letras y los conciertos de los Cicatriz, así como también con numerosas fotografías tanto del grupo, como de entradas y carteles. 

Nada más saber de la existencia de la obra y, sobre todo, de quién era su autor (es un gustazo leer todas las intervenciones de Juan Carlos Azkoitia en facebook comentando viejos conciertos y demás), supe que el resultado de Eternas cicatrices iba a estar a la altura. Juan Carlos ha realizado una gran labor transcribiendo las entrevistas que le hizo a Nacho y ordenándolo todo cronológicamente. El libro me ha encantado en líneas generales y pese a las más de 400 págs. que tiene, me lo leí en apenas tres o cuatro días. Es increíble la multitud de cosas que he descubierto acerca de los Cicatriz tras su lectura y es impresionante la de cosas que les sucedieron, me río de los Sex Pistols y sus batallitas de pega. Aun habiéndose colmado de sobras mis expectativas, comentaré por eso algunas cosas que he encontrado a faltar o que me hubiera gustado que se trataran con más profundidad. 

La obra peca un poco de repetitiva, pues salen los mismos datos acerca de la banda en diferentes ocasiones. Por no hablar también del exceso de “eran muy buena gente”, “eran muy grandes”, etc. Eternas cicatrices es un homenaje a los Cicatriz, está claro, pero yo hubiera recortado tanto cumplido además de alguno de los testimonios, pues redundan casi siempre en lo mismo, la verdad. Yo hubiera preferido que se ampliara un poco más la biografía del grupo o que se hubiera hablado algo más sobre el resto de sus miembros. Y sí, qué lástima la negativa de la Poti, Mamen y Dieguillo a colaborar en el libro; una pena. 

Aunque Juan Carlos Azkoitia se ha mojado a la hora de hablar de en un tema tan escabroso y peliagudo como es la droga, pienso que por otra parte se ha mantenido bastante al margen de profundizar en algunas de las polémicas que trascendieron entorno al grupo. Un ejemplo de ello sería la movida entre Nacho vs Triku Marino Goñi. Unos y otros van soltando cosas y te puedes llegar a formar una idea más o menos clara de lo que pasó, pero yo al menos me he quedado un poco con la sensación de que faltaban más datos. Otro personaje algo “controvertido” es Goar. Aun hablando de sus motivos para formar “Goar Cicatriz”, no salen ninguna de las opiniones de las que surgieron en contra suya y de ese proyecto que tanta animadversión levantó. Goar se intenta reivindicar como un Zika más, aunque no estoy seguro de si lo consigue o si la gente lo consideró alguna vez como tal. 

Por último, he encontrado algunos errores en alguna de las fechas de los conciertos del grupo en Barcelona. Cicatriz efectivamente actuaron en el Zeleste junto a los Nekrofilia el 7-12-1991 (estuve). No obstante, la actuación con El Último Ke Zierre como teloneros fue posterior a éste, concretamente en el año 1992 (aparece como que fue en el año 1991). En dicha época yo andaba muy metido en el tema de los conciertos y estoy seguro de que los Zika no actuaron dos veces consecutivas otra vez en 1992 en el Zeleste tras su bolo con EUKZ (estuve también). Juan Carlos ya comenta que la lista de conciertos no es 100% fiable, pero me ha extrañado mucho encontrar errores en los de festis de los 90, unos años de los que hay en teoría una mayor información a todos los niveles. 

Es sabido que Roberto Ortega Navarro, quien escribió los libros sobre Eskorbuto, también anda preparando uno sobre los Cicatriz. Es indudable que el listón lo tiene muy alto y que las comparaciones se van a hacer sentir desde el primer segundo que salga su obra publicada. Pero yo, más que un hándicap, esto lo veo como una oportunidad bastante buena para enfocar su libro de otra manera y ahondar en alguno de los asuntos en los que Juan Carlos Azkoitia pasa muy por encima. Obviamente no sé qué enfoque llevará, pero al menos espero que evite dentro de lo que pueda el efecto deja vú… 

Eternas cicatrices no debería de faltar en la estantería de ningún fan que se precie de los Cicatriz , ni tampoco en la de l@s seguidores/as del punk vasco y del Punk Ibérico en general. Ha sido una grata sorpresa para mí saber de esta joya que su autor tenía en su poder prácticamente terminada desde 2004. Pocos movimientos han trascendido tanto como el punk vasco o lo que se denominó Rock Radical Vasco. Y me río ahora de la cacareada y subvencionada Movida Madrileña!! Cicatriz estuvieron por méritos propios a la cabeza de él y este Eternas cicatrices les hace justicia en forma de un merecidísimo homenaje. Ya tardas en hacerte con él y ojalá salgan obras parecidas sobre el resto de grupos que quedan por revisitar: MCD, La Polla (Records), Kortatu, Tijuana in Blue, Deliriums Tremens, Potrotaino, etc, etc.

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